SUNDAY MORNING.

NIEBLA.

A orillas del Mediterráneo suele ser habitual levantarse por la mañana con algo de bruma (visibilidad entre 1 y 2 kilómetros) que se va disipando según los rayos del sol calientan el aire. Pero una niebla tan cerrada que no deja ver el edificio de enfrente la he visto pocas veces por estas latitudes. La primera sensación es que no hace un buen día y una descarta salir a la calle. No hace ni frío ni calor. No hace falta paraguas porque no llueve aunque te mojas. No hace sol sin embargo necesitas gafas porque las diminutas gotitas de agua no te permiten tener los ojos bien abiertos.

¡Extraño vagar entre la niebla!
Solitario está cada arbusto y piedra,
ningún árbol mira al otro,
cada uno está solo.


(Hermann Hesse, En la niebla).







cómo cambian las cosas
en la niebla

los voraces no son
más que pobres seguros de sí mismos
los sádicos son colmos de ironía
los soberbios son proas
de algún coraje ajeno
los humildes en cambio no se ven

pero yo sé quién es quién
detrás de ese telón de incertidumbre
sé dónde está el abismo
sé dónde no está dios
sé dónde está la muerte
sé dónde no estás tú

la niebla no es olvido
sino postergación anticipada


...
(Mario Benedetti, Hombre que mira a través de la niebla).



La niebla crea paisajes únicos, sugestivos, casi surrealistas. Pero cuidado, no te fíes de ella porque es traicionera. No es buena compañera para el navegante que en más de una ocasión ha salido a la mar con un sol resplandeciente y de repente se ha visto envuelto en una niebla espesa que no siempre es fácil de predecir. Por eso los expertos recomiendan disponer de un radar o gps en la embarcación aunque no se salga a navegar de noche. El radar nos advierte de la llegada de otra embarcación o nos ayuda a entrar a puerto evitando así una colisión inesperada. 



Es recomendable reducir la velocidad de embarcación para tener tiempo de reaccionar en caso de una posible colisión, además de encender las luces de navegación, emitir señales sonoras obligatorias, colocar reflectores de radar, parar o reducir la velocidad a la mínima de gobierno para escuchar las señales emitidas de otra embarcación. Igualmente has de extremar la precaución si viajas en coche. 

Hoy no hay niebla, estas fotos son del pasado mes de diciembre, otras son de archivo. Hoy está nublado y estamos a la espera de tormentas que no sé si llegarán a mojar la arena de esta playa. No me gustan los días nublados, me entristecen (aún más). Reconozco la necesidad de que llueva y bienvenida sea la lluvia, pero dejar de disfrutar del sol y encima no caer ni gota…..

BUONA DOMENICA

Besines XXX.
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Comentarios

  1. Cómo todo lo que evoca más que muestra, me encanta la niebla para fotografiar y un ejemplo son las fotografías que nos enseñas en este post, María.
    Yo digo siempre como tú, la lluvia aunque incómoda es tan necesaria... Pero los días nublados, ufff...
    Bendita luz del sol que nos aporta esa alegría tan mediterránea.
    Besos grandes y mucho sol ;-) <3

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    Respuestas
    1. La niebla es muy fotogénica y bienvenida es de vez en cuando. Pero un día vale, no más, es peligrosa y deprimente. Y los días nublados igual, aunque no me puedo quejar porque aquí no duran más que un día o dos. Si no se encarga el viento de llevarse las nubes, lo hacen las avionetas de los viveros que tienen mucho interés a que no llueva. Muchos besos Piola.

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