MACRO: caracoles.

El domingo pasado nos dimos un paseo por San Juan de los Terreros, un pueblo playero a pocos kilómetros de Águilas pero perteneciente a la provincia de Almería. Hacía una temperatura buenísima y cuando llegamos estaban desmontando el mercado semanal.

Compramos fruta y verdura, y caracoles… me encantan con tomatito y picantitos. Los caracoles terrestres son muy apreciados en la gastronomía española y francesa (escargot), sin embargo los estadounidenses no ven de buen grado consumirlos en la cocina. Quizás prefieran usar la baba de caracol para usos cosméticos ya que son muy conocidos sus beneficios para regenerar la piel, atenuar las arrugas y manchas.

Antes de echarlos a la olla, he bajado a unos poquitos a los jardines del paseo marítimo para hacerles unas fotos en su hábitat natural.























































































A estos les perdoné la vida, se salvaron de la olla y la guindilla. Les dejé a sus anchas y posiblemente sigan por ahí escondidos en el césped, porque bajé al día siguiente y ya no estaban. Y eso que van despacio… 































Les di una hoja de lechuga para alimentarse. Recordáis lo que os decía la semana pasada de la lechuga??? que se le atribuyen propiedades capaces de apaciguar el exceso de deseo sexual??? Bueno, parece que a los caracoles les da igual porque hasta se atreven con un menage a trois. Todo el mundo sabe que son hermafroditas, o sea que producen tanto espermatozoides como óvulos y tienen ambos órganos, pero necesitan acoplarse (es decir tener pareja) porque no pueden autofecundarse. Se suelen emparejar por la noche y la cópula dura entre 4 y 7 horas (y sin usar Viagra!!!).







Vamos a dejarles en su momento de intimidad. No miréis que les cortáis el rollo…


Un refrán italiano asociado al caracol:
Chi va piano va sano e va lontano.


Besines XXX.

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