SUNDAY MORNING.

SUMMER MEMORIES: ROSES.

No me importa madrugar. Quizás ahora que estamos en otoño y las mañanas son más frescas se me pegan más las sabanas al cuerpo pero en verano no me cuesta. Cuando salimos de viaje soy la primera en levantarse. Me pego una ducha, me visto en silencio y a oscuras para no despertar a la family, cojo la cámara y me voy a la calle. A Sofia le gustaría venir pero no suele ser tan madrugadora.

Este verano empezamos nuestro road trip parando primero en Roses. Llegamos tarde, casi de noche, justo el tiempo de dejar las maletas y bajar a cenar antes de que cerraran el buffet. El hotel está situado en la cima de una colina y bajar (y luego subir) hasta la playa andando con la silla de Giovanna es bastante fatigoso y volver a coger el coche después de seis horas de viaje tampoco es plan. Pero no me podía marchar de ese lugar sin haber dado una vuelta aunque fuera rápida. Por eso lo de madrugar se agradece. 

Después del chaparrón que cayó de madrugada, la mañana se despertó fresca y muy gris. Aunque el sol no tardaría en aparecer. Empecé a caminar cuesta abajo, y enseguida me di cuenta de que las calles se parecían todas. A la vuelta seguro me pierdo. Podría preguntar a este señor, cuyos aires me recuerdan a Charlie Chaplin, si no fuera que al verme se quedó de piedra. ???¡¡¡¡*** Da igual, haré como Hansel y Gretel, iré haciendo fotos de puntos focales como si fueran mis miguitas de pan para encontrar el camino de vuelta. Os aseguro que funciona.

Finalmente llego a la playa. El mar estaba tranquilo pero la temperatura exterior no invitaba a meterse en el agua. Me quedé con las ganas de darme un baño. La playa estaba desierta… nadie más que un perro correteando, obreros del ayuntamiento arreglando los desperfectos provocados por la tormenta, un chaval pescando. Por el esfuerzo que estaba haciendo pensé que había picado al anzuelo un atún o algo parecido, pero lo que salió del agua fue un pececito que hasta me dio pena que acabara en la sartén junto con otros que compartirían su destino. Supongo que a partir del mediodía la playa se llenaría de cuerpos y cuerpazos, blancos, morenos y color gamba, sombrillas, cubos y palas para jugar con la arena, niños despistados que se pierden y padres despistados que pierden a sus niños. Vamos lo típico de un día de playa.

Son casi las 9.00 h. La danza de una abeja me recuerda que no he desayunado y ya es hora de cargar pilas y despertar al resto de la tropa. Hoy cruzamos la frontera entre España y Francia destino Carcassonne. Me hubiese gustado conocer Cadaqués que está aquí al lado pero no hay tiempo y esto está petado de turistas y en las carreteras hay tráfico. Otra vez será...

Para pasar una noche, el Hotel Grecs** no está mal. Algo vetusto pero con vistas impresionantes a la bahía de Roses. El buffet no es para amantes de la alta cocina pero para llenar un estómago hambriento está bien. El trato del personal es muy amable, tiene parking y wifi gratuito, e importante… admiten mascotas. Nuestra Lulú se vino con nosotros de vacaciones (vaya vida de perro!!!).

Tiene ascensor para subir a las habitaciones, imprescindible para una silla de ruedas pero el restaurante no es accesible a discapacitados, hay escaleras por todos lados. Con la silla de Giovanna puedo bajar porque no me faltan c..j..n..s pero con un silla de ruedas normal y una persona adulta imposible. Tenerlo en cuenta.

P.S. También tenemos una gatita blanca muy bonita que se quedó vigilando de la casa. Y un pez rojo que dejamos a nuestra amiga Marcella para que cuidara de él. En el coche no hay sitio para todos, a lo mejor deberíamos comprar una furgoneta ¿¿¿???¡¡!! Qué tal esta estilo flower power????

Buona domenica.

Besines XXX.