SUNDAY MORNING.

ESCUELA TORREBLANCA.

Si has estado en París y además eres tan golosa como yo habrás probado los macarons, esas deliciosas galletas de colorines a base de almendras y crema de mantequilla. Los auténticos y más famosos en el mundo son los de la celebre pastelería Ladureé. La primera vez que pasé delante del escaparate de su tienda de la Rue Saint Honoré me quedé boquiabierta, pero no entré. Sólo muchos años después de aquel primer viaje a París he probado los macarons y me he quedado totalmente enamorada de esas delicias de la repostería francesa. Mi marido me compró en los almacenes Lafayette unos utensilios con recetario para hacerlos en casa pero nunca lo he intentado, siempre he pensado que sería complicadísimo.



Así que nada mejor que aprender en vivo y en directo de la mano de un gran maestro repostero. En su escuela de Petrer (Alicante) el chef Paco Torreblanca imparte mini clases para aficionados a la repostería, además de dar cursos a profesionales del sector. Las clases son por la mañana del sábado y el pasado 14 de octubre había clase de macarons. Así que sin pensarlo dos veces me apunté y con toda la family nos fuimos para Alicante. Nos hospedamos en casa de unos amigos que viven en San Juan para estar cerca de Petrer ya que la clase empezaba a las 9 de la mañana. 


El edificio Torreblanca alberga el obrador, la Escuela y una shop donde comprar sus deliciosos postres. Las clases se imparten en una sala muy amplia y luminosa, con grandes neveras, hornos, microondas,  placas eléctricas, robots de cocina, utensilios de todo tipo, bandejas, carritos de pastelería, muchas mesas de acero colocadas en forma de U para los asistentes y otra situada en el centro para el maestro y sus ayudantes. Parece vivir un episodio de Master Chef.



Cuando llegamos a esta enorme sala, nos encontramos con un dossier para cada uno de los asistentes con la receta y la elaboración de los macarons. Antes de empezar nos ofrecieron un rico y variado desayuno: café, chocolate, croissants, pastelitos, tartas, panettone…. un manjar para los dioses, sólo verlo empieza a borbotear la baba de la boca. ¡¡¡¡¡Creo que nunca he empezado una clase de esta manera tan dulce!!!!! 

El chef Paco Torreblanca es una persona encantadora, simpatico, amable, explica las cosas de manera sencilla, responde a cualquier duda le planteas y comparte todos sus secretos para que consigas los mejores resultados en tu cocina. Su pasión para el mundo de la pastelería surgió muy temprano, aunque de manera casual. Fue su padre que le mandó con tan sólo 12 años a estudiar a París con el mayor pastelero de Francia Jean Millet. Permaneció allí hasta los 24 años y cuando regresó a España abrió su primera pastelería. Desde entonces no ha parado de cosechar éxitos y premios tanto nacionales como internacionales, reconocimiento que se vio colmado cuando el entonces Príncipe Felipe le encargó la tarta para la boda real.


El chef nos explicó como elaborar la masa de los macarons que se fueron derechitos al horno, luego tocó el turno de la crema para rellenarlos. El que veis en la foto arriba no es el tamaño habitual de los macarons. Los pequeños suelen tener una medida de 3 cm. de diámetro y estos más grandes son de 10 cm. El tiempo de horneado para unos y otros varía según el tamaño.

A media mañana hicimos otro coffee break acompañado obviamente de más bollitos y pastelitos. Hay que tomar fuerzas para la segunda parte de la clase, ahora nos toca a nosotros elaborar los macarons. Nos dividimos en grupos de tres, en total éramos unas quince personas. Cada grupo tiene sus utensilios para elaborar la masa y la crema para el relleno. Mientras las galletas se hornean el chef nos entrega un diploma de asistencia y se hace una foto con todos los asistentes. Se disculpa, para la última parte de la clase no va a estar, tiene costumbre de ir a montar en bicicleta de montaña para hacer ejercicio diario, algo indispensable (el ejercicio diario, sea el que sea) para los que somos golosos y no nos podemos resistir a una onza de chocolate o a un pastelito de crema.

Una vez terminada la clase, los ayudantes del chef preparan unas cajas de cartón para guardar los macarons que ha hecho el chef y los que hemos hecho los asistentes y poder llevarlos a casa. Hay diferencia evidentemente entre unos y otros. Los del chef son divinos, buenísimos, los nuestros están buenos pero algunos de forma irregular, otros demasiado hechos por lo tanto están un poquito más duros aún así por ser los primeros el resultado es bueno. Los de tamaño maxi que hizo el chef se sortearon porque no había para todos. Sob, sob… a mi no me tocó ninguno.

Ahora toca experimentar en casa, seguramente a la primera no saldrán perfectos pero como todo hay que probar una y otra vez hasta cogerle el punto. Si te ha picado el gusanillo y quieres asistir a una clase con el chef Paco Torreblanca, en su web encontrarás toda la información sobre las clases. Las clases de una mañana son los sábados de 9 a 13, cuestan 75€ y hay un máximo de veinte plazas. Pronto habrá disponibles también cursos on line. Y si quieres degustar sus dulces creaciones y vives fuera de la Comunidad Valenciana puedes comprarlas en su shop on line. Ya no tienes excusas para alimentar tu lado más dulce.

Buona domenica.

Besines XXX.

Comentarios

  1. Qué bonita experiencia, Maria!!!. Y qué buena, no??!!jajaja
    Debe ser todo un lujo poder hacer una clase con este hombre!. Ahora a practicar y a convertirte en un experta en los macarons!!!
    Baci e buona settimana!!!!

    Charo

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