SUNDAY MORNING.

HINOJO.

Mi madre solía hacer la compra casi a diario en el mercado de abastos situado en la plaza más grande de Roma, Piazza Vittorio Emanuele II en el quartiere (barrio) Esquilino, que los romanos llamamos simplemente Piazza Vittorio. El mercado ocupaba prácticamente todo el perímetro de la plaza y estaba abierto todos los días desde primera hora de la mañana hasta la hora de comer. En los centenares de puestos había de todo: fruta, verdura, pescado, carne, quesos y embutidos, menaje, flores etc. Era un mercado muy frecuentado por sus buenos precios y por la calidad de su género, también visitado por turistas por su aire folclórico. De ese mercado que Vittorio de Sica inmortalizó en su película Ladri di Biciclette no queda nada. A finales de los años ochenta se empezó la rehabilitación de la zona; la Piazza Vittorio se devolvió a los vecinos (y a la amplia colonia de gatos ya eran residentes de la zona) para su uso y disfrute, y el mercado se trasladó definitivamente a una nueva ubicación. 

A menudo mi madre compraba el hinojo, una hortaliza variedad del hinojo común o silvestre. El hinojo silvestre es originario de la cuenca Mediterránea dónde por su clima templado crece durante todo el año. Las semillas del hinojo silvestre se utilizan por sus propiedades aromáticas y digestivas. El cultivo de la variedad dulce, la más común es el Hinojo de Florencia, era ya hace años muy extendido en Italia y su consumo en la cocina era muy habitual. 

Foeniculum vulgare

El bulbo es lo que se come, tanto en crudo como cocido. Suele tener forma ovalada, redonda o largada. Los más jugosos son los redondos. Su color es blanco, con vetas verdosas. Tiene un sabor anisado sobretodo si se come en crudo. Para su preparación corta los tallos y el culo del hinojo que es por donde salen las raíces. Elimina la primera capa que suele estar más dura. Separa las varias capas hasta llegar al corazón de un color verde intenso. Lávalo bien antes de su consumo. 

Mi madre solía cortarlo en láminas de un centímetro para gratinarlo al horno con bechamel. Pero para tomarlo en ensalada lo mejor es cortarlo en juliana muy finito. Lo puedes aliñar como quieras y combinar con más hortalizas o comerlo sólo. A mi me gusta preparar una sencilla ensalada de hinojo aliñado con sal, pimienta, cúrcuma, jugo de limón y aceite de oliva virgen extra. Es un tentempié muy sano por su escaso aporte energético, o bien un acompañamiento ideal para carnes y pescados. 

Para su conservación es preferible guardarlo en nevera en una bolsa de papel o de plástico con unos agujeros para que respire. Si se moja se estropea rápidamente. Sus propiedades digestivas, diuréticas y carminativas son las más apreciadas. 

Buona Domenica.

Besines XXX.