LA GRAN VÍA SE VISTE DE AZUL.
Se desata la fiebre por la compras navideñas. El buen tiempo y los días festivos favorecen la avalancha de gente por las calles de Madrid. Por algunas de ellas es casi imposible transitar. El tráfico rodado tampoco ha disminuido a pesar de todas las restricciones para circular por el centro de la ciudad y las dificultades para aparcar. Hay colas para todo. Para comer, para comprar lotería, para entrar a las tiendas, para tomar unos churros en San Ginés, para los museos, … Son interminables y lentas, al final tienes que renunciar a algo. Esto es el consumismo puro y duro.
Pero lo mejor todavía está por llegar... "Prometo" contarlo mañana.
Feliz sábado.
Besines XXX.
Eso es lo que no me gusta a mi de estas fechas que se acercan...el puro consumismo que se respira en el ambiente. Yo huyo de estas aglomeraciones.
ResponderEliminarBaci e buona settimana!
Charo
Así es María, como me comentabas en tu respuesta a mi último post y yo te respondía, es consumismo puro y duro, sin sentido ninguno. Hace mucho tiempo que en mi familia instauramos la costumbre de no hacer regalos navideños, algún detalle simbólico o hecho a mano, pero nada comprado. Con las comidas lo mismo, nada de quinientos platos para luego quedar llenos con los entrantes, sólo plato principal y un buen postre, además de los aperitivos.
ResponderEliminarAunque debo reconocer que a veces voy a Primark y compro algo, me genera muy mal rollo entrar en la tienda de Gran Vía, es un verdadero templo de consumismo y resulta grotesco ver a la gente cogiendo productos como si no hubiera mañana...
Esperando a ver qué nos muestras al respecto
Besos<3