SUNDAY MORNING.

¡Qué gran descubrimiento el tomate! Es de los alimentos más versátiles en la cocina, sin contar la cantidad de nutrientes que aporta a nuestro organismo.

El verano es la época del año en la que el tomate está en todo su esplendor, ya que es una fruta de temporada (ya habrás oído decir que una fruta y no una hortaliza), aunque ahora con la extensión de los cultivos en invernaderos se encuentra durante todo el año. Cuando era pequeña el tomate se recolectaba principalmente en verano. A la vuelta de las vacaciones mis padres compraban alrededor de unos 50 kilos de tomates y los hacíamos en conserva para poderlos aprovechar el resto del año. Una tarea en la que participaba toda la familia. Primero se lavaban los tomates bien lavados. Luego se troceaban y se pasaban por la licuadora. Al mismo tiempo íbamos rellenando las botellas que mi madre había previamente esterilizado y las cerrábamos con los tapones de chapa como los de las cervezas. Para que la salsa tuviera un gran sabor incluíamos una o dos hojas de albahaca. Una vez rellenadas las botellas se colocaban delicadamente en unas cacerolas enormes llenas de agua y se cocían hasta llegar el agua a ebullición (el proceso es el mismo que para la mermelada en conserva).  Diferente era el procedimiento para la conserva de los tomates pelados. Una vez lavados los tomates se escaldaban unos segundos en agua hirviendo para poder pelarlos sin dificultad y se iban colocando en tarros de cristal que se cerraban herméticamente y se ponían a cocer en la olla igual que las botellas de salsa. Todo este proceso de fabricación de tomate en conserva nos llevaba todo un fin de semana. Una tradición bien arraigada en las familias italianas que por un lado contribuía a fortalecer los lazos afectivos entre los componentes de la familia -todo el mundo participaba a la tarea, igual que se hace en la matanza- y por otro lado aseguraba la producción de salsa para todo el año, una salsa absolutamente natural y sabrosissima. En Italia la variedad que se utiliza para las salsas y para condimentar la pizza es la San Marzano originaria de la región Campania y perfecta para estas elaboraciones por ser muy carnoso y por su baja acidez.

Su alto contenido en agua hace que el tomate aporte muy pocas calorías (19 kcal. por 100 gramos) mientras es elevado su aporte en vitamina A, B9, C, E, B3 y en minerales como potasio, fósforo, calcio, magnesio y yodo, además de carbohidratos, fibra y proteína vegetal.

El tomate es un buen aliado de nuestra piel porque aporta gran cantidad de antioxidantes que nos protegen de las agresiones de los radicales libres y retrasan el envejecimiento. Los fitoesteroles  (es decir esteroles vegetales) contenidos en el tomate contribuyen a mantener a raya el colesterol. Tiene además propiedades antibacterianas y antiinflamatorias. Por su alto contenido en vitamina C es un coadyuvante en la absorción del hierro, un mineral indispensable para la salud de nuestro organismo, en especial para la mujer que es más propensa a sufrir anemias por déficit de hierro como yo que tengo el deposito casi al mínimo.

Hoy día hay muchas variedades de tomates pero ya no se alcanza las 10.000 variedades que el Servicio de Introducción de Plantas del Departamento de Agricultura de Estados Unidos (U.S.D.A.) llegó a catalogar en el pasado gracias a la colaboración de los productores de tomates de todo el mundo. Ya no existen muchas de las semillas catalogadas por la U.S.D.A. debido a la estandarización del cultivo del tomate en todo el mundo promovida por la industria alimentaria y las empresas de biotecnología que han cambiado el ADN del tomate. Por eso poco saben los que compramos en el supermercado. Caros y desaboríos. ¿Por qué hemos de conformarnos con lo que nos ofrece la gran industria alimentaria?

El tomate es un alimento imprescindible en la Dieta Mediterranea y producto estrella de la gastronomía mundial. Hay miles de recetas que lo incluyen en su elaboración. Aunque como mejor se disfruta es al natural, aliñado con una pizca de sal, pimienta negra recién molida y aceite de oliva extra virgen (yo le he añadido también una pizca de cúrcuma que compré en Marrakech el año pasado). En zumo o triturado para acompañar una tostada de pan. ¡¡Qué rico desayuno!!

Los que ves en las fotos son tomates de producción local y para consumo propio, obsequio de unos productores de tomates de Águilas que he tenido el placer de conocer hace poco. Gracias a Juani y a su marido he podido volver atrás en el tiempo y recordar los sabores auténticos de mi tierra y momentos únicos pasados en familia.

Buona Domenica.

Besines XXX.