CRUJIENTE DE CHOCOLATE AMARGO.

El chocolate te gusta, ma non troppo, o no tanto como para hacer una tarta de chocolate. ¿Empalagosa? Algunas a lo mejor sí lo son, pero esta que te propongo hoy no lo es en absoluto. Fácil de hacer y ligera para el paladar. Querrás repetir. Eso sí, te recomiendo una buena rutina de ejercicios para quemar las calorías que se absorben con una porción de esta deliciosa tarta. ¿Cuántas? Me gustaría saberlo calcular pero es algo que no he investigado nunca, quizás si lo supiera me mordería la conciencia antes de morder un trozo de esta tarta. Así que prefiero obviarlo y realizar una tabla de ejercicios acompañada del ayuno nocturno para evitar que se acumule en la cintura.

Ingredientes y elaboración:

Antetodo enciende el horno a 150º C y prepara un molde redondo de 24/26 cm de diámetro. 

 

Trocea la cobertura y fúndela en el microondas o a baño maría. Yo lo hago en el microondas en el mínimo de temperatura en intervalos de un minuto para evitar que se queme porque en el micro también se te puede pasar y el chocolate quemado va directo a la basura porque es incomestible. Remueve con una espátula hasta que veas que está completamente líquido. Haz lo mismo con la mantequilla. Cuando la tengas fundida, incorpórala al chocolate y remueve con la espátula hasta estén completamente integrados. 

Separa las claras de las yemas. Blanquea las yemas con el azúcar hasta duplicar su volumen. Incorpora la harina tamizada y la vainilla. Introduce el chocolate y la mantequilla fundidos poco a poco hasta que estén bien integrados. Monta las claras a punto de nieve y añadelas al compuesto con una espátula con movimientos envolventes. 

Vierte la mezcla en el molde previamente encamisado con papel de horno o mejor utiliza un molde desmontable. La superficie del Crujiente se tiene que cuartear como puedes observar en la primera foto. En el momento de desmoldarlo no vas a poder darle la vuelta como hacemos con un bizcocho clásico, de lo contrario se caería la capa superficial y el Crujiente quedaría feo. Dicho esto hornea durante 30/40 minutos (sin ventilador).

Deja enfriar en una rejilla. Al enfriarse la superficie del Crujiente de chocolate amargo se cuartea. Tiene que quedar así. 

Una buena porción del Crujiente de chocolate amargo en el desayuno te aportará la energía necesaria para afrontar la larga mañana de estudio o de trabajo. Para después de comer mejor un trocito más pequeño acompañado de una quenelle de helado de vainilla y frutos rojos que aportan frescura al dessert. Si lo vas a dejar para la tarde reduce todavía más la cantidad, acompañalo con un chorrito de caramelo salado liquido, un yogurt y una pieza de fruta. ¡Ya has cenado, para que quieres más! Recuerda... no lo hagas todas las noches y nunca más tarde de las 20 horas. Tendrás tiempo de hacer la digestión y si no tomas nada más solido hasta la mañana siguiente pasadas 12 horas la báscula ni se dará cuenta de que te has saltado la cena healty. 😂😂

Listen and dance: La cintura, performed by Alvaro Soler. Su ritmo te ayudará a realizar una serie de sentadillas, pruébalo cuando dice y bajando bajando... 😉😘💪

Besines XXX.