LA TOUR EIFFEL

El típico tópico.

Señores pasajeros, bienvenidos al aeropuerto de París. 
Por favor, permanezcan sentados, y con el cinturón de seguridad abrochado hasta que el avión haya parado completamente los motores y la señal luminosa de cinturones se apague. Los teléfonos móviles deberán permanecer totalmente desconectados hasta la apertura de las puertas. Les rogamos tengan cuidado al abrir los compartimentos superiores ya que el equipaje puede haberse desplazado. Por favor, comprueben que llevan consigo todo su equipaje de mano y objetos personales. Les recordamos que no está permitido fumar hasta su llegada a las zonas autorizadas de la terminal. Si desean cualquier información, por favor diríjanse al personal de tierra en el aeropuerto; muy gustosamente les atenderán. Muchas gracias y buenos días.




El comandante avisa de nuestra llegada a París. Ni falta hace que  lo diga ya que la silueta de la Tour Eiffel domina el skyline de la ciudad de la luz y no puede haber duda de que estamos sobrevolando el espacio aéreo de París. 

Si tienes suerte de estar sentado al lado de la ventanilla apresurate a sacar tu smartphone y carga la cámara. Vas a pasar tan cerca que por muy mal que se te de, podrás tomar una foto de la emblemática torre de hierro. Y si no lo has conseguido, acércate a ella, te está esperando. 

Hacia tiempo que no la veía tan de cerca. Recuerdo que la primera vez que subimos era diciembre y hacía un frío pelón. Este verano volvimos a verla de cerca y su maravilloso sparkling te deja asombrado. 

Es un auténtico espectáculo que atrae a centenares de personas, visitantes y residentes. Todos centrando la mirada en las luces que la iluminan en la oscuridad de la noche. A partir del anochecer, las luces empiezan a encenderse automáticamente en menos de 10 minutos gracias a los sensores crepusculares sensibles a la luz. La tour Eiffel despliega su increíble centelleo cada hora durante 5 largos minutos gracias a 20.000 bombillas de 6w. Cuando los relojes tocan las 23:45 horas... Black out. Todas las luces se apagan. Es el plan de ahorro energético fijado por el ayuntamiento de París con el intento de reducir el impacto en la economía por el aumento desproporcionado del coste de la energía eléctrica. El efecto del centelleo se inspira en los flashes de las cámaras de fotos de los visitantes que suben a la Dama de Hierro y graban las mejores vistas de la ciudad en la retina del objetivo de su cámara. 



La iluminación de la Tour Eiffel tiene un doble objetivo, por una parte estilizar la figura de la torre Eiffel y por otra iluminar el recorrido de la visita durante las horas nocturnas. A parte de las 20.000 bombillas, cuatro proyectores de estilo marino completan la iluminación de la torre, turnándose para girar 90º al encenderse y apagarse de manera sincronizada, formando un rayo giratorio del 360º.

Es de turistas comprar un souvenir de la tour Eiffel? Probablemente sí, pero es el típico tópico que no puede faltar en tu maleta de regreso a casa. Al los pies de la torre puedes encontrar todas las torres Eiffel que quieras, grandes, pequeñas, de sobremesa o llavero, con y sin efecto sparkling.

La iconica torre es quizás el símbolo por excelencia de París. Estar en París y no visitar la Tour Eiffel es un sacrilegio que no tiene perdón divino. Es como decir... antes de morir quiero ir / hacer / ver... ¿Te lo vas a perder?
 



Listen: I've have seen that face before (Libertango), performed by Grace Jones.(*)


(*) No podía proponerte otra música que la de la columna sonora de la pelicula Frenético protagonizada por Harrison Ford ambientada en París.


 
Besines XXX.

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