En mi cocina: TIRAMISÙ.

Seguramente el postre italiano más internacional y del que se conocen un montón de versiones, con requesón y/o nata en lugar de "mascarpone"o con galletas María en lugar de los Savoiardi, unas galletitas alargadas a base de huevo y recubiertos de azúcar.

Hoy os traigo la receta autentica, la que heredé de mi padre porque era él que se encargaba de hacer los postres en casa. Todavía conservo la revista de la que sacó la receta, es del 11 enero 1982, de coleccionista. 

Los ingredientes son los siguientes:

400 gr. de Mascarpone

4 huevos medianos

100 gr. de azúcar

2 cucharada de Brandy o Ron

2 taza de café 

bizcochitos Savoiardi

Separar la clara de los huevos de las yemas. Montar las yemas con el azúcar hasta conseguir una textura cremosa. Incorporar el mascarpone y trabajar la crema hasta que esté todo bien mezclado. A continuación añadir el brandy.

A parte montar un poco más de la mitad de las claras a punto de nieve y luego incorporarlas a la crema de mascarpone. No recuerdo donde leí que es mejor añadir una pizca de sal a las claras para que se monten bien, sin embargo Harold McGee (La cocina y los alimentos) sostiene que la sal alarga los tiempos de batido y que reduce la estabilidad de la espuma. Cada uno que haga como mejor le salga.

Verter el café que habéis dejado enfriar previamente en un bol y sumergir los Savoiardi hasta empaparlos bien. Colocarlos en el fondo de una fuente rectangular o cuadrada o en vasitos individuales (ultimamente prefiero esta opción, estéticamente me gusta más y se conservan mejor). Encima echar la crema de mascarpone y colocar una capa de bizcochitos empapados de café y terminar con una capa de crema. Servir muy frío. Y justo antes de servir espolvorear cacao en polvo.

No hace falta decir que el contenido en calorías es alto. Pero con un poco de ejercicio diario se pueden mantener a raya esas calorías extras.

P.S. No sé que pensará mi profe Luisa Morón de las fotos, sigo practicando y repasando los apuntes. Y estoy pendiente del próximo taller presencial, a lo mejor me animo y me voy (eso sí me llevaré a Giovanna… con el permiso de Sofia, claro).

Esta entrada se la dedico a mi papà Angelo, gracias por haberme transmitido esta pasión por la repostería.

Besines XXX.