DE PINCHOS POR EL TUBO DE ZARAGOZA
Formado por cinco calles estrechas (Cinegio, Estébanes, Libertad, Mártires y 4 de agosto), entre la iglesia de San Gil y la calle Don Jaime, el Tubo de Zaragoza es famoso por su amplia oferta gastronómica. En el Tubo encontrarás decenas de bares y restaurantes muy variados. Te recomiendo ir pronto, antes de que sea casi imposible alcanzar la barra del bar.
Nuestra elección:
Para los amantes de los champiñones, este es el lugar perfecto.
Un pincho de champiñones a la plancha con una salsa de ajo y perejil, delicioso.
Especialidad, pinchos de anchoas. Me he atrevido con el pincho de anchoa en salmuera, crema queso, confitura de tomate y escamas de chocolate negro. Diferente, original y muy gustosa.
Amplia variedad de croquetas caseras:
Cabrales con manzana, Bacalao y trigueros, Morcilla con piñones, Boletus y Foie, Arroz Negro con Alioli, Jamón, Gorgonzola y nueces, Setas y queso de cabra, Gallina con chocolate, Pollo al curry
Hemos probado la de Cabrales, muy buena; Pollo al Curry, deliciosa y sabrosa, y la de Gallina con Chocolate, que sinceramente no me ha entusiasmado; se notaba el gusto de la gallina pero no el del chocolate, quizás la gallina es demasiado fuerte para combinarla con chocolate que no se llega a apreciar.
Los amas o los odias, los entresijos no son aptos para todos los paladares, pero si están bien frititos y aliñados como los que hemos probado en el Tubo de Zaragoza te pueden llegar a entusiasmar.
Su especialidad como dice su nombre son las migas. Las hay de todo tipo, desde las clásicas con torreznos hasta las más modernas con queso, verduras y marisco. Subidos a unos elegantes pero incomodos y casi inaccesibles taburetes -por su excesiva altura- no solamente hemos pasado más calor que en la calle, su plato estrella nos ha decepcionado. En cambio el bacalao estaba muy bueno. Los platos son abundantes, por lo que te aconsejo no pedir mucho si ya has estado tapeando antes de llegar a la Migueria. Yo que siempre dejo un espacio para el postre, ni he podido mirar la carta por como me sentía llena.
Esta es solo una pequeña muestra de la oferta gastronómica que puedes encontrar en esta mítica zona de Zaragoza. Visita obligada para los amantes de la buena mesa, a parte obviamente de la visita a la Catedral de Nuestra Señora del Pilar.
Lo Sagrado y lo Profano de un fin de semana en la capital aragonesa.
Besines 💋💋
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